COMO EN UN CAMPING, PERO EN LA OFICINA: EL “BEAUTY KIT” DE EDILTECO PARA UN FUTURO MÁS SOSTENIBLE

Las ideas que funcionan suelen ser las más sencillas. Como la de una de nuestras compañeras del departamento de Administración, Elena, quien propuso la introducción de un “beauty kit” personal para cada empleado. Una iniciativa concreta para reducir los residuos en la oficina y hacer más sostenible nuestra rutina diaria.

Una idea simple, un cambio real

Todo comenzó durante una reunión en la sede de uno de nuestros asesores en Módena, con motivo de la redacción del informe de sostenibilidad. En ese contexto, entre datos y buenas prácticas, nuestra compañera notó un detalle poco común en los tiempos que corren: en el baño no había rollos de papel, sino una clásica toalla de algodón.

En ese momento recordó algo de principios de los años 2000, cuando ya trabajaba en Edilteco, en la antigua sede. Allí también se usaban toallas de tela: cada semana, por turnos, alguien se las llevaba a casa para lavarlas y las devolvía limpias el lunes siguiente. En aquella época había muchos menos empleados, pero era una pequeña rutina, sencilla y significativa, que con el tiempo se fue perdiendo.

El “beauty kit” y los nuevos hábitos sostenibles

A partir de ese recuerdo nació la idea del “beauty kit”: un neceser personal que cada empleado puede guardar en su casillero de empresa, con todo lo necesario para la higiene diaria: toalla, cepillo de dientes, pasta dentífrica, quizás un pequeño jabón o algún otro accesorio útil. Un hábito que recuerda, por un lado, la vida en un camping, pero que hoy representa una elección consciente para decir adiós a las toallitas desechables y a muchos otros desperdicios innecesarios.

Sin embargo, esta no es la única acción virtuosa que está tomando forma en la empresa. Otra buena práctica que estamos explorando es el uso de la cafetera italiana (moka) con tazas de cerámica, en lugar de la clásica máquina automática con vasos y cucharillas desechables. Un gesto diario que reduce residuos y hace más agradable también la pausa del café. Un ejemplo: 2 cafés al día para 20 empleados equivalen a 40 vasos y cucharillas desechables al día, 200 por semana. Una prueba de que lo que parece “poco” puede marcar una gran diferencia.

La sostenibilidad como valor personal

La cultura de la sostenibilidad se está extendiendo cada vez más en Edilteco. ¿Un ejemplo reciente? Casi todas nuestras compañeras han decidido dejar de usar productos menstruales desechables, optando por alternativas reutilizables como las bragas menstruales o la copa menstrual. Aunque se trata de una decisión completamente personal, también envía un mensaje fuerte y cada vez más compartido: juntos, podemos marcar la diferencia.

Claro, volver a ciertos hábitos puede parecer incómodo: requiere tiempo, compromiso y un cambio de mentalidad. Pero ahí es donde reside el verdadero valor. Como nos recordó nuestra compañera:

“Sé que sola no puedo detener la contaminación o el efecto invernadero, pero puedo hacer mi parte para tener un menor impacto.”

Ese pensamiento se ha convertido en un verdadero impulso para la acción.

Vivimos en un mundo que va muy rápido, donde con demasiada frecuencia la comodidad prevalece sobre la conciencia. Por eso, tal vez de vez en cuando valga la pena bajar el ritmo. Elegir un plátano sin envolver en lugar de uno empaquetado, usar la bicicleta para ir al trabajo, o adoptar muchas otras pequeñas acciones que cada uno de nosotros puede incorporar poco a poco.

No podemos retroceder en el tiempo, pero sí podemos avanzar recuperando lo mejor de lo que dejamos atrás. Y en ese camino, incluso un “beauty kit” de oficina puede marcar la diferencia.